Hace dos semanas, veníamos de Caracas hacia nuestra casa mi esposo y yo, bajando la autopista Gran Mariscal de Ayacucho como a las 5.30 pm y se nos reventó un caucho; mediante el cuidado de Dios quedamos justo 100 metros antes de una bomba y 200 mts antes de una cauchera, pudimos movernos a la orilla sin peligro de los carros que venían a alta velocidad y bajamos a cambiar el caucho. Para nuestra sorpresa, al colocar el caucho de repuesto, este se empezó a desinflar (lo habíamos revisado hace poco y estaba bien para ese momento), empezamos a orar y en ese momento Dios me permitió ver en mi espíritu como venía una vecina y nos ayudaba, a los pocos minutos esa vecina pasó por allí y alcanzó a vernos y se paró a auxiliarnos, llevó a mi esposo a reparar el caucho de repuesto y nos acompañó hasta que lo cambiáramos y bajamos juntos en caravana hasta la urbanización donde vivimos. Le damos muchas gracias a Dios por su cuidado y enviar a esa vecina como instrumento, también por advertirnos, porque ese día en la mañana, al salir de casa, Él me inquietó en mi espíritu a clamarle por protección y tomar sus promesas sobre nuestra vida sin saber qué pasaría ese día y así lo hicimos, además el haberme permitido ver cómo enviaba la ayuda aún antes de que se manifestara. ¡Tenemos un Padre bueno y sobrenatural!.

Testimonio de Protección
Richardson y Diana González
Célula Pastora Judith Bello