El día 26 de mayo, la pastora Judith dio una prédica titulada “Abriendo los ojos a mi heredad”, ella hablaba sobre los engaños, mencionaba que Dios no usa engaños para bendecirnos, en cambio el hombre muchas veces sí.

Por ejemplo, cuando llegamos a un trabajo, nos reciben de una manera y después que va pasando el tiempo, ya nuestros jefes no nos tratan igual y la situación cambia. Todo eso yo lo estaba viviendo en mi trabajo. Esa palabra era para mí.

En esa misma prédica ella decía “Faltan dos semanas para Pentecostés, todavía estás a tiempo de recibir tu milagro”, y yo tomé esa palabra.

Ese mismo día cuando llegué a casa, una ex compañera de trabajo me contactó y me envió unas publicaciones sobre oportunidades laborales del área que yo manejo y me animó a postularme.

Oré y me postulé al día siguiente (el lunes), al otro día (el martes) me llamó una de esas empresas y luego de varias entrevistas durante esa semana, a la siguiente semana, me compartieron la propuesta salarial y me indicaron ¡Que había quedado seleccionada para el cargo!.

Le di gracias a Dios, renuncié al empleo donde estaba y comenzaré en mi nuevo empleo el 25 de junio, gracias a nuestro amado Señor.

Testimonio de Fe

Dayli Rausseo

El domingo 09 de Junio antes de salir de la iglesia se me cayeron los lentes y se rompieron.

Al día siguiente, fui a la óptica y el oftalmólogo me reparó los lentes en menos de media hora y no me cobró nada.

¡Mi milagro fue en 24 horas!.


Testimonio de Fe

Antonio Cordero

Durante varios años creí por un viaje para visitar a mi mamá en el extranjero. Este año no pedí por ese viaje pero Dios me sorprendió en estos 50 días y me regaló el viaje.


Testimonio de Fe

Elizabeth Gámez

Desde el año pasado habíamos estado creyendo por introducir unos documentos en un ente del Estado pero había sido imposible.

Por motivos de corrupción que descubrieron en ese ente, decidieron cerrar el departamento en el cual teníamos que hacer la gestión, por lo cual no había forma de realizarlo, la única opción que nos daban era que hablara con la presidenta y eso era un poco complicado.

Ese departamento estaba en inspección, por lo que se pusieron a buscar los casos que tenían pendiente y enseguida nos llamaron para que lleváramos nuestro expediente. Pudimos ver como Dios se manifestó con ese milagro en estos 50 días, permitiendo que pudiéramos hacer ese trámite finalmente.

Toda la gloria sea para nuestro Dios.

Testimonio de Fe

Familia Pineda Aristigueta