Mi hermano y yo estábamos enemistados porque él no aceptaba a mi novio, no respetaba mi decisión y eso trajo muchos problemas en la familia, puso a mis padres en mi contra, él me había cedido un lugar para vivir, pero luego me sacó de allí.

Dios me cuidó y proveyó durante todo ese tiempo y se dio la oportunidad de que a mis padres en ese momento se les dañó la cocina y Dios me permitió ayudarlos con parte de mi comida y honrarlos, a pesar de las circunstancias. Luego se dio un viaje con mis padres que ya estaba pago desde hacía mucho tiempo y El Señor me dijo que fuera, en ese tiempo del viaje Dios permitió que la situación con mis padres mejorara, ellos me escuchaban y veían mi relación con Dios y El Señor fue trabajando en sus corazones.

Regresamos a Venezuela, mi novio me pidió matrimonio y mi hermano, luego de 3 años que no lo veía porque hablábamos solo por mensajes y muy puntual, me llamó e invitó a su cumpleaños para que fuera a su casa con mi novio, yo había orado durante mucho tiempo por mi hermano y su corazón y ya se lo había entregado a Dios porque él se había llenado de mucho odio hacia mí; ese día que fuimos estábamos un poco nerviosos por él y su actitud, pero Dios nos sorprendió porque aunque él no conocía en persona a mi prometido, cuando lo vió lo abrazó y le dijo: ¡Bienvenido a tu casa! y durante la reunión le pidió perdón a Jesús por todo lo malo que le había hecho.

Testifico de que Dios respondió a mi oración y trató con mi carácter durante estos 3 años, la obediencia en lo que Él me decía trajo bendición a mi vida y restauración a nuestra familia y el llamado que me hizo de evangelizar y cuidar de mi familia por esa puerta de salvación que se abrió y para gloria de Dios, hace 2 semanas nos casamos mi prometido Jesús y yo.

Restauración Familiar

Valeria Somaza

Mi nombre es Rodolfo Delgado, vivo en Panamá, me aparté del camino de Cristo por mucho tiempo, tuve una etapa muy difícil en mi matrimonio donde estuve a un punto de la separación. En ese tiempo a mi esposa la invitaron a la célula de los pastores Barreto, le fue de mucha ayuda para guiarla a lo que a lo que debía hacer para salvar su matrimonio y en efecto Dios hizo el milagro. Jesús me transformó de una manera sobrenatural y para la gloria de su nombre ya nuestro matrimonio está completamente salvado, empezamos de nuevo nuestro camino, nuestro matrimonio con el Señor y le doy gracias a Dios y a la pastora Yelitza y al pastor Jonathan por ser instrumentos de nuestro Señor Jesucristo y haber salvado mi matrimonio. Un abrazo Dios, le bendiga.

Restauración Familiar

Rodolfo Delgado