Entendiendo los tiempos Parte II.

«Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.» Salmo 90:2 LBLA. 

Dios es eterno, no tiene principio ni fin; por tanto, no necesita del tiempo pero el hombre sí, por esta razón Dios crea el tiempo.

El hombre en su afán de control durante cientos de años ha insistido en tergiversar y gobernar sobre los tiempos, colocando nombres a los días de la semana y a los meses del año, cambiando la secuencia o el orden a su conveniencia para adorar a falsos dioses.

Solo a manera de ejemplo en el año 46 a.C. el emperador Julio Cesar impuso su calendario, llamado Juliano, basado en el año solar y trajo la división del año en 365 días y 12 meses, como lo tenían los egipcios. 

Mientras que en el año 1.582 d.C. En el Concilio de Trento el Papa Catolico Gregorio XIII impuso el calendario que se utiliza en la mayoría de las naciones en la actualidad.

Ahora bien, ¿Qué dicen las escrituras acerca de los meses y de los años? ¿Cómo se cuentan las horas del día? ¿Cuál es el primer mes del año? ¿Algún mes bíblico tiene nombre? 

«Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años» Gn. 1:14

Dios colocó las lumbreras en los cielos para separar los días, las estaciones y los años. 

«Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.» Gn. 1:5

El día bíblico se cuenta desde una puesta de sol hasta su otra puesta. Por ejemplo, en tiempos de Jesús, al día lo dividían en 12 horas (horas de duración variables de acuerdo a la estación del año). Llamaban hora primera a la hora de salida del sol, y así sucesivamente, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima, octava, novena, décima, undécima, duodécima a la puesta del sol. Mientras que la noche se dividía sólo en cuatro partes (6-9 / 9-12 / 12-3 / 3-6), llamadas vigilias, nombre tomado del lenguaje militar, de las cuatro guardias o vigilias que hacían los soldados. 

En el libro de Éxodo 12:1-2  encontramos lo siguiente:

“Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.”

¿A cúal mes se refiere? Al mes de Abib, que concuerda con los meses de marzo y abril en el calendario gregoriano. ¿Qué es Abib? en hebreo quiere decir “espigas maduras”. Es el único mes del año que se le da nombre en la Biblia. 

«La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.» Ex 23:15.

¿Cuándo inicia el mes bíblico? 

Cada novilunio o luna nueva sería el principio del mes. Este día no se trabaja y se celebra. El calendario bíblico es Luni-Solar, el cual basa el conteo de los meses en la “Luna”.

«Hizo la luna para los tiempos; El sol conoce su ocaso.» Sal. 104:19 

«Y aconteció que en el primer mes, el segundo año de haber salido de Egipto, en luna nueva, fue erigido el tabernáculo.» Ex. 40:17 BTX4

«Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.» Nm. ‭10:10‬.

A continuación se muestra el orden del calendario bíblico señalado por Dios en el pentateuco con el equivalente del calendario civil judío y el gregoriano. 

Nota: El calendario judío se rige con base a las interpretaciones del rabino Eleazar ben Shammua, en función a la creación del hombre. Por ejemplo, Rosh Hashaná (Cabeza de año) en 2020 marca el inicio del año 5781 y se celebró la noche del viernes 18 de septiembre hasta el domingo 20 de septiembre. Por esto algunas personas en el mundo judeo-cristiano dan la bienvenida al nuevo año en los meses de septiembre – octubre del calendario gregoriano.

Conocer los tiempos nos permite saber qué tenemos que hacer, tal y como los hijos de la tribu de Isacar:

«De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.» 1 Crónicas 12:32. 

Dios dispuso de ciclos de productividad para bendecir al hombre. En el capítulo 8 del libro de Génesis encontramos esta poderosa declaración:

«Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.» Gn. 8:22

Por tanto, la bendición no depende de los tiempos que el hombre quiera imponer sino de los tiempos que Dios ha determinado. 

También conoceremos cuándo es el momento de celebrar las fiestas perpetuas: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos, que apuntan a la manifestación de Dios. Es muy importante que los Hijos de Dios entendamos el significado y la realidad en el tiempo presente de esas fiestas. Todo inicia con la Pascua, y así sucede en nuestra relación con Dios, todo inicia en la cruz del calvario, aceptando su amor y su perdón, y con el arrepentimiento de nuestros corazones.

Esta enseña continuará…

Resumen elaborado por el Pr. Jonathan Barreto.