La primicia como un don redentivo. Pr. Carlos Espinoza. 07-1-2021.
«sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación» 1P 1:18-19.
Cristo es la primicia por excelencia quien nos redimió del pecado, la rebelión y la iniquidad. Lo primero que podemos recordar es que la palabra redención quiere decir: pago realizado en rescate para recuperar algo que ya le pertenecía.
En principio el hombre pertenecía a Dios porque Él es creador, sin embargo, el hombre decidió desobedecer extraviandose en la independencia, por esta razón Dios Padre envió a Jesucristo para redimirnos con su sangre preciosa.
A lo largo de la escritura vamos a encontrar ofrendas de primicias, a continuación dos (2) ejemplos:
- Abel presentó lo primero y lo mejor de sus corderos, lo cual Dios recibe con agrado. (Gn. 4:3-5).
- Dios pidió a Abraham que le entregará en sacrificio al hijo de la promesa, Isaac (Gn. 22). La obediencia de Abraham le permitió sacrificar a Isaac en su corazón porque físicamente Dios lo detuvo y le proveyó la ofrenda. Esta acción era una representación de lo haría Dios Padre entregando a su hijo Jesucristo como cordero inmolado.
Por otra parte, entendemos que la Pascua tiene varios significados, uno de ellos relativo a las primicias.
Dios preservó a los primogénitos hebreos para consagrarlo. «Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.» Ex. 12:2
También, encontramos en las escrituras que Dios demanda la primicia de todos los frutos de la tierra. «Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.» Pr. 3:9-10
No es casualidad que Jesús es el cordero pascual y también es la primicia. «Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.» 1Co. 15:20.
Es importante comprender el diseño de Dios:
- Guardó a los primogénitos del pueblo de Israel de morir en Egipto para luego apartarlos para Él. Éxodo 13:12.
- Los introduce en una tierra que fluía leche y miel (abundancia) que ellos no habían labrado y cuando estaban allí les pidió las primicias de todos sus frutos. Levítico 23:10.
- El Padre nos dio lo mejor, pero también espera que seamos recíprocos en la presentación de ofrendas. No es cualquier ofrenda, Él la específica en cada caso. No es cualquier momento o tiempo, las temporadas están marcadas desde el cielo, tres (3) veces al año, tres (3) fiestas, tres (3) significados.
- Cuando Jesús aparece en público y Juan lo ve dijo: «He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo». Cristo nuestro cordero fue inmolado por nuestros pecados para salvarnos. Cristo es la ofrenda de primicia que el Padre Celestial entregó y al cual debemos corresponder con lo mejor de cada uno de nosotros.
Entender estos principios y obedecerlos traerá una relación muy íntima y personal con nuestro padre celestial. Una relación de intercambio, de regalo. Él dio lo mejor y espera que le demos lo mejor.
Resumen elaborado por el Pr. Jonathan Barreto.
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