Tiempo de Fructificar.
Pastor. Carlos Espinoza. 20-03-2022.
¿No decís vosotros: «Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega»? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos que ya están blancos para la siega. Juan: 4:35
Amados, Dios nos exhorta por su Palabra a dar fruto, y nos recuerda en esta palabra que estamos en tiempo de cosecha, levantemos pues esa cosecha de almas antes que se cierre la puerta, dejemos la ceguera espiritual y accionemos, levantamos clamor por las almas y seamos entendidos y obedientes a el llamado y palabra de Dios. El tiempo de la gracia está por cerrarse, no permita que su familia, amigos o vecinos se pierdan de la bendición de ser salvos.
Considerando la ley de siembra y cosecha que existe en el mundo espiritual y se manifiesta en el natural, si usted ha sembrado entonces tenga expectativas y espere la cosecha. Esa semilla que cayo en buena tierra germinara a favor del reino de Dios, y germinará con expectativas, en abundancia, y se multiplicará al treinta, sesenta y ciento por uno.
Estamos llamados a fructificar, para la obra de Dios, sin apariencia de fruto, Dios conoce y sabe todo sobre nuestra vida. Dios ya nos escaneo y reviso todo lo que vivimos y hacemos, por lo tanto nuestros frutos deben hablar de esa transformación y encuentro verdadero con el Padre Celestial. Estamos llamados a dar frutos, mas frutos y mucho más frutos, según el diseño de Juan 15.
¿Cuándo sabemos que estamos dando frutos?
Cuando obedecemos la Palabra de Dios, ejemplo: desarrollar nuestro sacerdocio en casa, levantar nuestro altar familiar, tener una vida devocional en búsqueda personal de la Presencia de Dios. También cuando predicas las buenas nuevas, consolidas el fruto nuevo, discípulas, etc.
Si somos buenos administradores todo puede funcionar en armonía porque si hemos dado frutos en un rango entre el 30% a un 100% podemos mantenernos y ser eficiente en la Palabra de Dios, y en este nivel la promesa de Juan 15:7 nos alcanza: podemos pedir lo que queramos y el Padre nos lo dará.
Consejo Pastoral:
1.- El amor de Dios nos disciplina, nos hace obedientes de la doctrina que se nos está enseñando.
2.- Cuando hacemos lo que a Dios le agrada, Él ve nuestros corazones y se regocija.
3.- Es tiempo de estar activos en predicar la palabra de la reconciliación.
4.- Manténgase en el rango de fructificación.
5.-Los frutos que Dios espera de nosotros es que hayamos tenido un encuentro con Él como Padre.
Lectura complementaria:
Mateo 13:23, Juan 15.
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