Dejando atrás lo viejo para recibir lo nuevo de Dios. ( Parte II )

Pastora Jennifer Espinoza de Hernández. 09-01-2022

36 Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. 37 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. 38 Más el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. 39 Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor. Lucas 5:36-39 – Reina-Valera 1960

   En el verso 39 el Señor refiere : y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo, porque dice el vino añejo es mejor, entonces me pregunto: ¿ Cuál es el mejor vino?.

   Investigando sobre el tema de los vinos encontré que mientras más añejo es un vino, más costoso es, y mejor se considera, más suave, más dulce, de más calidad.   

   En cuanto a costo por ejemplo, en España/ Europa: un vino del año 1.988 cuesta 15 mil euros, un vino del año 1.979 cuesta  35 mil euros. y un vino del año 1.970 cuesta 160 mil euros.

   Ahora bien, el odre viejo representa las cosas que traes del pasado,  la mentalidad, y lo nuevo representa cambiar y transformar la mentalidad, ser sumergidos en el aceite del Espíritu, y  ser tratado para tomar lo nuevo de Dios.

   Tomar el vino nuevo cuesta más que el añejo, es decir, que si Dios nos quiere dar un vino nuevo es porque es mas valioso que el pasado.

   Pero, ¿ Por qué cuesta dejar lo viejo ? Porque lo nuevo trae incertidumbre, expectativa, y lo viejo representa confianza y comodidad.

   Veamos el ejemplo de lo nuevo y lo viejo en la vida de nuestro Señor Jesus cuando inicia el ministerio y el profeta Juan Bautista, Juan 1:6-8 dice: Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz . Juan era el profeta, lo sobrenatural, enviado por Dios, respaldado por Dios, tenia unción de Dios.

   En Mateo 11:11 Jesús dice: que Juan fue usado por Dios para establecer parte del reino,

   En Marcos 11:32 vemos que en el contexto en que se encontraba Israel, Juan era de testimonio, usado por Dios, era un profeta, y Jesús dijo: no se ha levantado otro profeta  como Juan.

   Pero llego un día que el tiempo cambio y ese vino nuevo era nuestro Señor Jesucristo. Y Juan lo sabia, Juan 1:35-38,  dos de los discípulos de Juan dejaron al profeta Juan y siguieron y reconocieron el vino nuevo.

   Andrés fue discípulo de Juan, pero él entendió que había algo  nuevo y era  Jesús. Él se pudo haber quedado en el pasado, con Juan. Pero recibió en su espíritu que Jesus vino a ser ese vino nuevo y  le siguió. Me pregunto: A Andrés le costaría dejar a Juan? seguramente que si.

   El vino nuevo demanda: tomar decisiones, ser radical, discernir y entender que es aquello que debo cortar y sacar de mi vida. Puede ser una estructura mental, un habito, una relación o una persona que no te edifica, un circulo vicioso que hay en tu hogar, entre otras.

El vino nuevo es fresco , viene de parte de Dios, representa a Cristo, representa lo sobrenatural de Dios ahora. Pero demanda una decisión radical de dejar todo aquello que nos estanca en el pasado.

   Según la Palabra Lucas 5:33-39 pasan tres cosas con los odres viejos:

1.- Se rompe el odre 2.- Se derrama el vino 3.- Se pierde el odre.

   Dios nos invita en este tiempo que seamos renovados. Dios tiene sus formas.y rompe con nuestras estructuras. Lo nuevo de Dios duele porque trae un proceso de cambio. Seamos de los que escuchan la voz de Dios para disponernos a lo nuevo. Y Lo nuevo requiere: fe.

   Pero, cueste lo que cueste tome una decisión y diga no quiero quedarme con la atmósfera de Juan, que representa el pasado, quiero avanzar a lo nuevo de Dios para mi vida.

   Le invito a que oremos:

   Señor renuncio a todo lo que me esta estancando, cueste lo que cueste, no me quiero quedar con la atmósfera de Juan, quiero caminar en lo nuevo contigo.

   Espíritu de Dios tú me conoces, y de pronto en mi alma me veo como odre renovado, nuevo, y  precioso. Tu comenzaste esta temporada diciéndonos «odre viejo u odre nuevo», es tu llamado , y  que mi espíritu entienda eso que tengo que cambiar, por tu Espíritu, por tu voz: cuál es la estructura, el argumento, la comodidad, el pasado dulce y seguro. Hoy te digo: Señor heme aquí, transformame, sumergeme en tu aceite, y aunque cueste aquello que hay que dejar, ayúdame Dios.

   Señor quiero lo nuevo de ti, no quiero ser más ese odre viejo, quiero ser de los que edifican en este tiempo, quiero ser de los que levantan un hogar de adoración para ti,  de los que no se avergüenzan del evangelio.

   Sea roto todo circulo vicioso en mi hogar, se rompan las estructuras. Clamo por lo nuevo de Dios, quiero lo nuevo para mí,  para mi hogar, quiero tu presencia y fuego de tu Espíritu. Creo por lo nuevo de Dios para mi hogar, en el Nombre de Jesús. Amén.

   Aunque lo nuevo cuesta, es lo mejor porque: trae libertad, trae frescura, trae lo nuevo del cielo para mí. Dile no al pasado, es tiempo de caminar en pos del Hijo, del Rey. Toma lo nuevo cielo para ti, y deja atrás el pasado.

   Señor, esta decisión queda en tu altar, de cada persona y familia del Ministerio DLN, es tiempo propicio para afirmarnos en tu llamado para dejar atrás lo viejo y poder caminar en pos de Cristo. Con los ojos puestos en Él, como el  autor y consumador de la vida.

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