La Cosecha

La Cosecha.

Pr. Carlos Espinoza. 26-12-2021

   La cosecha es de Dios y  para Dios, cuando como Hijo de Dios levantas la mirada, podrás ver que   los campos están listos para la cosecha.

   Hay una cosecha que ha de levantarse antes de la venida de Cristo, y esta será la última y gran cosecha. En Juan 4:35-36: ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; 36 ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos.

   Los discípulos creían que faltaban cuatro meses para la cosecha, pero el Señor Jesús dijo la cosecha ya está lista. Desde el punto de vista natural realmente faltaban 4 meses para la cosecha, y es que cuando vemos con los ojos naturales puedes  que no veas la cosecha, o que falte tiempo, por eso el Señor reto a los discípulos a ver con los ojos espirituales.

   Como discípulo de Cristo cuando trabajas en levantar su cosecha, no estás perdiendo el tiempo, los frutos trascienden a lo eterno  y hay una recompensa de parte de Dios para ti.  Muchos hemos sembrado la palabra y otros están cosechando. Es seguro que vamos a recoger aún lo que otro sembró.

 Por otra parte, es necesario tener expectativas para la cosecha que se va a levantar, reflexionemos ahora: ¿Tienes expectativas para la cosecha?  ¿Cuántos frutos esperas tener en esta temporada? ¿Cuántas almas crees, Dios va a entregarte?.

Importante afirmar y tener claridad que:

• Los campos están listos.   
• La mies es mucha y los obreros son pocos.
• Para tomar la cosecha debes tener un plan, que marcara la ruta para levantar la cosecha.

1.- El plan determina: ¿Cuántas almas quiero alcanzar?  El dinero necesario para levantar la cosecha. El tiempo que voy a dedicar para: orar, llamadas, visitas.  Y con cual equipo de trabajo levantare la cosecha, la pareja, familia, etc.

2.- Necesitas tomar decisión para llevar a cabo ese plan, no solo pensar o escribir sino  activarnos en hacer la obra de Dios.  Muchos sueñan pero no planifican o se quedan a mitad del trabajo.

3.- El plan te permite alcanzar: el objetivo, ver los errores y corregirlos, fortalecerte.

4.- El plan te permite ver la realidad.

5.- La planificación debe ser objetiva. Anhele ganar uno para Cristo porque realmente es la razón de nuestra vida, si las multitudes son buenas pero inicia con una.

Muestre una vida de testimonio,  y con eso ya comienzas a predicar. Por difícil que sea la realidad sigue adelante.

Cuida del fruto que Dios te entrega, y no olvides que el tomar  la cosecha tendrá recompensa para ti.

Hebreos 6:10: Dios no es injusto para olvidar la obra que con amor has hecho para El y su Iglesia, por lo cual El te recompensa aquí en la tierra y en la eternidad.